Los pantalones vaqueros, de mezclilla, tejanos, pitusa,[1] mahones,[2] jeans (pronunciado ['jins]) o blue jeans, adaptado al español como bluyines,[3] son un tipo de pantalón hecho con un tejido de algodón bastante resistente llamado denim o mezclilla. Originalmente esta era una prenda de trabajo, pero a partir de la década de 1950 se empezaron a imponer como prenda juvenil.
Actualmente, los términos blue jean o jeans son anglicismos aceptados por las Academias de la Lengua Española, siempre y cuando se escriban con la grafía adaptada "bluyín" o "yin[es]".
El jean fue al parecer una de las prendas que nos fueron legadas de la América precolonial; fueron usadas por grupos minoritarios de Norteamérica y fueron aprovechados por los hombres "blancos" que los adaptaron. En un principio también eran azules pero de una tela mucho más suave, obviamente sin bolsillos, ajustados por la cintura con la ayuda de una cuerda que se pasaba por agujeros practicados en el borde de la prenda. El tejido denim se empezó a usar para hacer jeans cuando un militar estadounidense quiso fabricar uno con la tela con la que se fabricaban hasta entonces las carpas.
Luego aparecieron en Génova (Italia) en el tiempo en que ésta era un república independiente y una potencia naval. Los primeros jeans, como los conocemos hoy, se hicieron para la armada genovesa, porque necesitaban un pantalón de todo-uso para sus marineros que pudiera llevarse tanto seco como mojado, y cuyas perneras se pudieran remangar fácilmente para no entorpecer las piernas al limpiar la cubierta ni para nadar. Estos pantalones se podían lavar arrastrándolos en grandes redes bajo el barco y el agua marina los dejaba blancos. Poco después los genoveses se encargaron de teñir la tela en un característico color azul índigo procedente de la India. El primer denim era orginario de Nîmes (Francia) y de ahí el nombre (de Nîmes se pronuncia como denim). El nombre jeans viene del nombre de Génova en francés (Gênes), que tiene una pronunciación similar a la de jeans.
Los pantalones jeans se desarrollaron en Estados Unidos alrededor de 1872. Levi Strauss era por entonces un comerciante que vivía en San Francisco, pensó en utilizar las lonas que se utilizaban en la fabricación de tiendas de campaña para hacer ropas de trabajo a los mineros, ropas que resistieran la vida a la intemperie y el peso en los bolsillos del mineral encontrado, eran todos del color marrón usado para las tiendas y sin bolsillos traseros.
Uno de los clientes de Levi Strauss, un sastre que le compraba rollos de tela llamado Jacob Davis, cansado de comprar tela para remendar los pantalones rotos, pensó en reforzarlos con remaches de cobre en algunos puntos de especial tensión, tales como los extremos de los bolsillos o la base de la bragueta. Como Jacobs no tenía dinero para patentar la idea, le propuso a Levi hacer negocios juntos. Levi aceptó y el 20 de mayo de 1873 recibieron la patente #139,121 de la Oficina de patentes y marcas estadounidense y nació el jean tal y como lo conocemos.
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